miércoles, 24 de febrero de 2016

He procrastinado el hacer esta reseña, pero quedan sólo 4 días para la entrega de los premios Oscar, así que no tengo excusa. Hablemos de The Revenant (El Renacido).




Esta biopic tiene lugar en 1820,  cuando apenas se habían acordado las fronteras definitivas entre el Virreinato de Nueva España y los EE UU, en una tierra cruel e inhóspita por la que sólo se atrevían a adentrarse vividores, cazadores de fortuna, traficantes de pieles y sus primeros pobladores: Indios, dueños de las praderas, cuya civilización fue masacrada y cuyos dominios acabaron convertidos en tierras de cultivo. Su protagonista, Hugh Glass (DiCaprio) un trampero experto en esas tierras, se encuentra de cacería, junto con sus compañeros, son emboscados y atacados por un grupo de indios y, posteriormente, Glass es atacado por una osa parda, dejándolo gravemente herido. Es luego abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su expedición, John Fitzgerald (Tom Hardy). A pesar de enfrentarse a un territorio hostil, a un invierno brutal y a la guerra constante entre las tribus de Nativos Americanos, Glass se repone y comienza una odisea para tratar de sobrevivir en el frío clima, además de ir en búsqueda de Fitzgerald para cobrar venganza tras los hechos ocurridos en esta historia.

En 2013 Iñárritu me sorprendió gratamente con Birdman, la cual elogié y disfruté enormemente, en todos los aspectos, sobre todo reseñándola, lamentablemente no puedo decir lo mismo de The Revenant. "El Negro" González Iñárritu se ha jactado de nunca hacer una película sobre superhéroes, calificándolas de "genocidio cultural", sin embargo, querido "Negro", te pregunto, ¿para qué hacer una película sobre un individuo prácticamente indestructible? ¿Qué de eso no se tratan las películas de superhéroes? ¿De superar las adversidades que se presentan en el camino? Hay ciertas situaciones en esta cinta que caen en lo absurdo y en lo inverosímil y sinceramente hasta me hicieron reír. La fotografía de Emmanuel "El Chivo" Lubezki, cumple con retratar la majestuosidad de la naturaleza y su poder brutal, pero llega a ser impersonal y como la describió el dramaturgo y locutor Sergio Zurita, "llega a parecer una página del National Geographic". DiCaprio, quien está por encima de cualquier cosa como actor, va a ganar el Óscar por esta película, que no les quepa la menor duda, y no por la calidad de la película sino por cómo se manejan las cosas en la industria Hollywoodense. Recordemos a Al Pacino, cuando ganó por Perfume de Mujer y no por El Padrino o El Padrino II y tantas otras actuaciones memorables en su haber, o en el caso de las mujeres, Julianne Moore ganó por Still Alice, cuando debió de haber ganado por cualquiera de las cuatro veces anteriores en las que estuvo nominada; como es el caso del propio DiCaprio.

No sé ustedes, pero desde mi punto de vista y sin buscar ofender a nadie, nadie que sea vertebrado, humanoide puede sobrevivir a las vicisitudes que pasa este hombre, si se buscaba hacer una metáfora de lo que realmente es un superhéroe, hay que hacerla creíble y convincente y a mí no me convenció en lo absoluto. Que conste que mi desagrado por esta cinta y mi opinión dada en esta reseña es totalmente subjetiva y el gusto se rompe en géneros. El hecho de que González Iñárritu sea compatriota mexicano, no quiere decir que apoye o me guste todo lo que haga, ni mucho menos me cegará a la hora de dar mi punto de vista con respecto a su trabajo..








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